En 1980 Anselmo Sule, preocupado por la ausencia de Modelo Progresista Alternativo que le diera a América Latina y al Tercer Mundo, la posibilidad de Desarrollarse en condiciones de mayor Justicia, libertad e igualdad, "creó el Instituto Latinoamericano de Estudios Económicos, Sociales y de la Comunicación" (ILESCO). Cuyo objeto era la búsqueda de una propuesta de Programa Nacional de Gobierno, que perfeccionara la relación entre público y lo privado, y entre la comunidad y las autoridades políticas, de tal manera que evitara los efectos perversos del capitalismo a ultranza.
Se busca que esta propuesta equidistara de los modelos capitalistas y comunistas vigentes hasta la fecha, de tal manera que se transformara en las carta de navegación de la versión latinoamericana de la Socialdemogracia.
Para 1990, los estudios realizados por ILESCO, habían convencido definitivamente a Anselmo Sule que para perfeccionar y hacer más humanos los modelos de desarrollo vigentes, había que profundizar la participación de la ciudadanía en el diagnóstico, priorización, elaboración de planes e implementación y evaluación de ellos. Sin darse cuenta, estaba sentando las bases de los que hoy conocemos como Inclusión Social.
De hecho, en sus discursos como pre-candidado a la presidencia de Chile en 1993 y en su último discurso desarrollado dos días antes de su hospitalización en la COPPPAL llevada a cabo en méxico, nos dijo que "había que avanzar desde la Democracia Directa o Participativa, y que debíamos cambiar nuestro estilo de hacer política, para estar más cerca de la gente y entre nosotros mismos".
La creación de la Fundación Anselmo Sule para la Inclusión Social busca revivir y dar continuidad a su obra y en ese sentido, quiere ayudar a los procesos Latinoamericanos y del Tercer mundo, así como al propio de Chile, en la búsqueda de los modelos nacionales de Desarrollo Progresista, que le permitan a sus comunidades mejorar su calidad de vida y hacer sustentable su futuro.
Nuestra metodología de trabajo será promover la Inclusión Social, es decir, la participación ciudadana organizada, en torno a sus demandas, a su relación con el Estado, con el sector privado y con el Tercer Sector.
Basaremos nuestro accionar en el transversalismo positivo, la territorialización, la coordinación y la práctica de políticas integradas.